Restaurante The New Rivendel - Salamanca, Salamanca

María Hermoso

Estuve con unos compañeros de entrenamiento el día jueves 10 de agosto. Llegamos a las 22:40 y nos sentamos, éramos unas 10 personas. El QR que hay en las mesas para escanear y pedir no nos funcionaba y en la opción de “llamar camarero” pulsamos para que viniese alguien y poder preguntarles. Nuestra idea era cenar. Bueno pues no solo no viene nadie, sino que además llamamos a una camarera que pasó por nuestro lado, y cuando fuimos a preguntarle NOS MIRÓ PERDONANDONOS LA VIDA Y NOS DIJO: TODO POR EL QR y se fue. No nos dejó ni preguntar. Bueno pues nos disponemos a intentarlo después de un buen rato dándonos error y sin que la camarera nos explicase absolutamente nada y cuando llegamos dentro… nos dicen que la cocina está cerrada. O sea no sólo la camarera no nos ayudó, sino que encima no nos dijo ni a la hora que cerraba la cocina cuando preguntamos. No volvemos a pisar ese sitio. Ni nosotros, ni nuestros conocidos. QUE NO VAYA NADIE

Sandra Montero

No ponemos ninguna estrella porque está todo mal. En Instagram se ve una cosa y luego nos traen otra, hemos venido por lo que aparecía y fatal.
Pan duro, filete de hamburguesa igual de tamaño que el bote de la salsa y con sabor a detergenge, la salsa alialoli ácida y la de mostaza huele a pis, a y pollo más duro que las piedras.

Eso que dicen que se soluciono el problema mentira, en ningún momento fuimos a reclamar de la situación porque nos parecía penoso por parte del sitio.

Paula Martín

Pedimos unas patatas que solemos pedir siempre, con salsa de miel y mostaza, y olían a pis. Se lo dijimos a la camarera y nos las cambió pero nos paso lo mismo. Muy raro porque las pedimos siempre y no nos había pasado antes. No nos las pudimos comer.

leire alonso fernandez

Mis amigas y yo veníamos de fuera y no conocíamos el funcionamiento del bar. El camarero nos habló de malas maneras en vez de explicarnos educadamente cómo realizar el pedido. Además, entre una cosa y otra, tardamos casi más tiempo en pedirlo que en comerlo.

Hugo Rapesvida

Llegamos un grupo de cuatro personas al local y nos fuimos a sentar en las mesas del interior. El trato ya empezó mal cuando uno de nosotros cogió una silla para pasarla al otro lado de la mesa y la camarera de muy malas formas le chilló de que no se podía sentar en los laterales de la mesa, cuando esa no era la intención. Llegamos a las 22:10, a las 22:15 ya estaba uno de nosotros en la cola para pagar la comanda, a los clientes de delante nuestro una empleada les dijo que si querían cenar tendrían que cenar rápido ya que la cocina cerraba en breve, en cambio cuando nos tocó pedir a nosotros volvió la misma camarera de la coleta que inicialmente fue muy desagradable con nosotros y nos dijo que la cocina ya estaba cerrada y que no iban a servir más.
A parte de eso los precios son muy buenos tanto en comida como en copas. Suelo ir mucho y me gusta mucho la propuesta que tienen pero lo del pasado sábado fue realmente desagradable.

Uge Martin

Ayer, cuando fuimos a pedir nos dicen que la cocina no estaba abierta, que en todo el día lo había estado, cuando varias mesas de al lado tenían comida. Cuando se lo decimos nos dicen que bueno, que era comida excepcional pero que no estaba abierta, eran las 10 de la noche...VERGONZOSO se queda corto. Encima de haber vuelto a intentar darle otra oportunidad después de que hace un año también nos dijeron que la cocina estaba cerrada cuando la camarera nos aseguró que estaba abierta.
Los trabajadores tienen 0 ganas de trabajar además de que el trato fue pésimo y déspota.
Os recomiendo de que no vayáis por nada del mundo.

Ruben Bazo Gonzalez

Fui a tomarme un café ( café con leche, hielo y sacarina, lo pido y la camarera ya me puso malas caras como de extrañada me lo sirve en un vaso de sidra el café le echo la sacarina y cuál es mi sorpresa? Que coge el vaso y la cuchara y me mueve ella el café sin decirme nada, después me echa un hielo y la leche..... Será una nueva forma de servir los cafés... Todo eso por 1'50€... Para hacérselo mirar... En fin NO recomendable.

Susana Barahona

No se puede tener menos ganas de trabajar. Intentamos tomar una copa, éramos nueve adultos. La aplicación se bloqueaba continuamente y ni la camarera, ni el personal de dentro de la barra fueron capaces de acercarse para ver cuál podría ser el problema. Tampoco nos facilitaron ninguna otra manera de poder consumir .
De echo, estaba todo lleno, no había sitio para tomar algo y en el Rivendel, estaban más de la mitad de las mesas de interior,vacías. Ni volveré, ni se lo recomendaré a nadie. Una lastima teniendo en cuenta el sitio privilegiado en el que está y lo agradable que han puesto el local. No sólo no hay camareros profesionales, es que no tienen ningún interés.